¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Al hablar de fotoenvejecimiento nos referimos a los cambios macroscópicos, microscópicos, celulares y moleculares cutáneos que son consecuencia de la irradiación solar crónica y acumulativa.
PRINCIPALES LESIONES
Melanicas: cambios pigmentarios como manchas blancuzcas, amarillas y pardas. Aparecen acúmulos de aumento de melanina, lentigos solares y otras lesiones.
Vasculares: los pequeños vasos de la dermis superior pierden su trama de soporte: se produce ectasia vascular con atrofia de las paredes. Es común el eritema difuso persistente y la presencia de numerosas telangiectasias y en ocasiones, lagos venosos
Poiquilodermia de Civatte: presencia de atrofia cutánea, hipo/hiperpigmentación y telangiectasias. Principalmente descrita en cuello y escote.
Atrofia Cutánea:
Clasificados en 3 grupos (A, B y C) según la longitud de onda, los rayos ultravioletas abarcan el rango de 200nm a 400nm del espectro electromagnético. Esta clasificación los divide según su actividad biológica o capacidad de daño y penetración en la piel.
Los rayos UVC (irían desde los 200 nm a los 290 nm). Tienen poca importancia biológica porque son absorbidos casi en su totalidad por la capa de ozono incidiendo poco o nada sobre nuestra piel.
Los rayos UVB (van desde los 290 nm a los 320 nm) se consideran responsables de la quemadura solar y los principales daños en epidermis, así como del aumento del riesgo de cáncer.
Los rayos UVA (va desde los 320 nm a los 400 nm) se consideran responsables de los cambios en dermis y principales lesiones del fotodaño.
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Asesoramiento Médico: Clínica Betancourt
Dra. Rosanna Rodríguez Betancourt